By David Vance
(Desplácese hacia abajo para ver una traducción al español de este artículo.)
In 2017 I was diagnosed with lymphoma, a type of blood cancer, and went through chemotherapy and radiation for a duration of six months. Three quarters of the way through radiation, I noticed that my ears started to have a mild ringing and would not go away. When working as a musician for years, rapping, I would leave events with my ears ringing from the loud music. Waking up the next day, it was all gone, but this time it was not the case.
Following my cancer treatment I went back to work as a server, and after a few weeks in, chatter in the restaurant was loud and the clanking of dishes was bothersome. I saw a doctor to check for an ear infection and was told that yes, I had an ear infection.
But it never went away, even with antibiotics. This left me clueless as to what was going on.
I went to see a different doctor and was told that I had no infection, but that maybe the reason why my ears were ringing and I was sensitive to sounds was from having TMJ (temporomandibular joint) dysfunction.
I found a specialist and was assessed. After doing an MRI, the physician told me that my jaw joints were slightly off. He prescribed medication to relax the muscles in my face, to see if it would help. The medication worked, wiping everything away entirely—only for everything to return again two weeks later.
I moved to the quietest part of the restaurant, the host stand, to continue my job. After nine months of pushing through, I could not push anymore, and that (in 2019) was the last time I worked at a physical job.
I still had no clue what I was going through. Doctors said that my auditory symptoms were present because my jaw joints were misaligned and because of chemo.
I looked online and found people going through the same thing. Apparently what I have is pain hyperacusis and reactive tinnitus. I get pain from everyday sounds. The pain can be burning, aching, stabbing, etc.
Almost every sound sets off my tinnitus as well. And then I read that there was no cure for either. I found an organization online, Hyperacusis Research, and started to read some of the patient stories on their website—and finally I found people like me.
My family didn't understand what was happening. I was a recluse and still am to this day. I was looking for more information online, but could not find it. I wanted to relay to everyone around me what I was going through in detail.
So I started my own awareness outreach to help explain. I even had media outlets reach out to me to do interviews. With no hesitation I agreed to partake in order to try to get the conditions better known on a larger scale, such as on an NPR podcast.
Getting through cancer was difficult. My oncologist assured me that I could still live a healthy life following treatment since I was young, age 35. But for me, cancer was a walk in the park compared with hyperacusis and tinnitus.
I was able to 90 percent live my life while dealing with lymphoma but with hyperacusis and tinnitus, the sounds of even the bathwater sets me back and potentially creates more damage that is permanent. I’m locked between four walls from sound, and it is no way to live.
To cope, I use meditation to try to keep myself grounded, forget about yesterday, forget about tomorrow, and try to live each moment, the best I can. So when my head hits the pillow each night, the day was a success.
I do guided meditations on YouTube with subtitles and no sound. These are two favorites: Healing Chronic Pain and Clarity & Guidance.
I also do meditation for anxiety in silence with my eyes closed, sitting in a comfortable position. I pinpoint why I am having anxiety (“Ears are sore”). My judgment about it (“It's not fun”). The story around it (“I had a phone call for too long, with sound”). The next step (“Rest for the remainder of the day/week/however long it takes me to feel better”).
Since I am not able to rap anymore I also write poetry, and this gives me a sense of purpose and helps me to stay creative and release my emotions.
As I work to raise awareness, like with this story, it is positive feedback from fellow sufferers, their families, and friends that helps me to keep the momentum going. To know that I am still doing something good in this world warms my heart, and it goes both ways as speaking with other sufferers also helps me to get by, to know that I am not alone.
I also remind myself that I have gotten through each challenging day over the past six and a half years. I wear protective earmuffs and plugs 24/7 as every sound causes me pain and risks worsening both my hyperacusis and tinnitus. Time and quiet heals.
The journey has not been easy. Having hyperacusis and tinnitus has taught me that every human on earth has a different mission. Some people have things easier, some harder. We are all on our own unique paths. These are the cards I have been dealt, and I try to work with them every day, the best I can.
David Vance lives in Ontario, Canada.
De Sobreviviente del Cáncer a Luchador Contra la Hiperacusia
Por David Vance
En el 2017 me diagnosticaron linfoma, un tipo de cáncer a la sangre, y me sometí a quimioterapia y radiación durante seis meses. Cuando ya habían pasado tres cuartas partes de la radiación, noté que mis oídos comenzaron a tener un zumbido leve que no desaparecía. Cuando trabajé como músico durante años, rapeando, salía de los eventos con los oídos zumbando por la música fuerte. Al despertar al día siguiente, todo había desaparecido, pero esta vez no fue el caso.
Después de mi tratamiento contra el cáncer, volví al trabajo como mesero, y después de unas semanas, las conversaciones en el restaurante eran fuertes y el tintineo de los platos resultaba molesto. Fui a un médico para verificar si había una infección en el oído y me dijeron que sí, que tenía una infección allí.
Pero nunca desapareció, ni siquiera con antibióticos. Esto me dejó sin idea de lo que estaba pasando.
Fui a ver a otro médico y me dijeron que no tenía ninguna infección, pero que tal vez la razón por la que me zumbaban los oídos y era sensible a los sonidos se debía a que tenía una disfunción de la ATM (articulación temporomandibular).
Encontré un especialista y me evaluó. Después de hacerme una resonancia magnética, el médico me dijo que las articulaciones de mi mandíbula estaban ligeramente desviadas. Me recetó medicamentos para relajar los músculos de la cara, y ver si me ayudaban. La medicación funcionó, borrando todo por completo-solo para que todo volviera a aparecer dos semanas después.
Me trasladé a la parte más tranquila del restaurante, el puesto de los anfitriones, para continuar con mi trabajo. Después de nueve meses de esforzarme, no di más, y esa (en 2019), fue la última vez que trabajé en un empleo físico.
Todavía no tenía ni idea de lo que me estaba pasando. Los médicos dijeron que mis síntomas auditivos estaban presentes porque las articulaciones de mi mandíbula estaban desalineadas, y debido a la quimioterapia.
Busqué en Internet y encontré a personas que pasaban por lo mismo. Aparentemente, lo que tengo es hiperacusia con dolor y tinnitus reactivo. Me duelen los sonidos cotidianos. El dolor puede ser ardiente, intenso, punzante, etc.
Casi todos los sonidos también desencadenan mi tinnitus. Y luego leí que no había cura para ninguno de los dos. Encontré una organización en línea, Hyperacusis Research, y comencé a leer algunas de las historias de los pacientes en su sitio web, y finalmente encontré a personas como yo.
Mi familia no entendía lo que estaba pasando. Era una persona confinada y lo sigo siendo hasta el día de hoy. Estuve buscando más información en línea, pero no pude encontrarla. Quería transmitir en detalle, a todos los que me rodeaban, lo que estaba sucediendo.
Así que comencé mi propia campaña de concientización para ayudar a explicarlo. Incluso los medios de comunicación se pusieron en contacto conmigo para hacerme entrevistas. Sin dudarlo, accedí a participar para tratar de dar a conocer mejor esas condiciones auditivas, a mayor escala, como en un podcast de NPR.
Superar el cáncer fue difícil. Mi oncólogo me aseguró que podía seguir llevando una vida saludable después del tratamiento, ya que era joven, tenía 35 años. Pero para mí, el cáncer fue pan comido en comparación con la hiperacusia y el tinnitus.
Pude vivir mi vida en un 90 por ciento mientras lidiaba con el linfoma, pero con la hiperacusia y el tinnitus, incluso los sonidos del agua de la bañera me hacen recaer y pueden causarme más daño permanente. Estoy encerrado entre cuatro paredes por el sonido, lo cual no es la forma de vivir.
Para sobrellevar la situación, utilizo la meditación a fin de mantenerme con los pies en la tierra, olvidarme del ayer, olvidarme del mañana e intentar vivir cada momento lo mejor que puedo. Así, cuando mi cabeza toca la almohada cada noche, el día ha sido un éxito.
Hago meditaciones guiadas en YouTube, utilizando los subtítulos y sin sonido. Estos son dos de mis favoritos: Healing Chronic Pain (Sanando el Dolor Crónico) y Clarity & Guidance (Claridad y Orientación). (En ambos videos está disponible el subtitulado en español a través de la función “Traducción automática”).
También hago meditación para la ansiedad, en silencio y con los ojos cerrados, sentado en una posición cómoda. Identifico por qué tengo ansiedad ("Me duelen los oídos"). Mi opinión al respecto ("No es divertido"). La historia que lo rodea ("Tuve una llamada telefónica durante demasiado tiempo, con sonido"). El siguiente paso ("Descansar el resto del día/semana/el tiempo que me lleve sentirme mejor").
Como ya no puedo rapear, también escribo poesía, y esto me da un sentido de propósito y me ayuda a mantenerme creativo y liberar mis emociones.
Mientras trabajo para crear conciencia, como con esta historia, lo que me ayuda a mantener el impulso es la retroalimentación positiva de otros pacientes, de sus familias y de amigos. Saber que sigo haciendo algo bueno en este mundo me reconforta el corazón, y va en ambos sentidos, ya que hablar con otros que sufren también me ayuda a salir adelante, a saber que no estoy solo.
También me recuerdo a mí mismo que durante los últimos seis años y medio, he superado cada día desafiante. Uso orejeras y tapones las 24 horas del día, los 7 días de la semana, ya que cada sonido me causa dolor y corre el riesgo de empeorar tanto mi hiperacusia como mi tinnitus. El tiempo y la tranquilidad sanan.
El camino no ha sido fácil. Tener hiperacusia y tinnitus me ha enseñado que cada ser humano en la tierra tiene una misión diferente. Algunas personas tienen las cosas más fáciles, otras más difíciles. Todos estamos en nuestros propios caminos únicos. Estas son las cartas que me han tocado, y trato de trabajar con ellas todos los días, lo mejor que puedo.
David Vance vive en Ontario, Canadá.
Traducción al español realizada por Julio Flores-Alberca, diciembre 2024. Sepa más aquí.
Future treatments for hearing loss—including gene therapy—could come to rely on a tiny 3D-printed microneedle.