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Hearing Health and Brain Health

We hear not only with our ears, but also—and importantly—with our brain. The tiny sensory cells in our inner ear capture sound waves and translate them into electrical signals. These are transmitted via the auditory nerve to be interpreted by the brain. So we don’t just hear with our ears, we hear with our brain, too.

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Hearing Loss and Dementia Risk

In 2017 the Lancet Commission on Dementia Prevention identified hearing loss as a leading modifiable risk factor for dementia. Other modifiable factors include high blood pressure, lower education and income, and social isolation. Later updates added other modifiable risk factors: excessive alcohol consumption, traumatic brain injury, air pollution (from their 2020 report); untreated vision loss, and high LDL cholesterol (from their 2024 report).

The ACHIEVE Study and Hearing Aids

The ACHIEVE (Aging and Cognitive Health Evaluation in Elders) Study released a Lancet report in 2023 saying hearing aids may reduce cognitive decline among individuals already at a higher risk for dementia. Further analyses clarified the findings: benefits were modest and population-level data might not translate directly to individual outcomes.

A secondary analysis of ACHIEVE data published in Geriatrics in November 2024 showed no significant link between hearing interventions and overall physical or mental quality of life over three years. Small improvements in social functioning and fatigue were observed, but the study called for additional intervention strategies to improve outcomes among older adults with hearing loss.

Hearing Loss and Neurological Disorders

An October 2024 JAMA Neurology study found that hearing loss is “an independent risk factor for later development” of Parkinson’s disease, a progressive brain condition that causes movement problems, mental health issues, and other health concerns. The study found that the use of hearing aids reduced the risk of developing the disease.

Correlation, Not Causation

The connection between untreated hearing loss and cognitive issues remains under investigation. A 2020 Neuron report outlines three key theories:

1) Social isolation: When we can’t hear fully, it’s harder to participate in social situations. We may start to avoid social events or situations we know will be noisy. For this reason untreated hearing loss can lead to feelings of depression and isolation. Previous research has shown a greater dementia risk tied to social isolation, according to Johns Hopkins Medicine research.

2) Cognitive load: Straining to hear depletes cognitive resources, impairing memory and learning, even with mild hearing loss (unable to hear whispering).

3) Structural changes in the brain: Hearing loss has been associated with a decline in brain volume, particularly in regions related to hearing. The link between hearing loss and brain atrophy continues to be investigated.

Bidirectional Relationships

The relationship between hearing loss and dementia may be bidirectional. A 2023 Hearing Journal paper proposed that untreated hearing problems increase dementia risk, while cognitive decline may hinder effective hearing aid use. This vicious cycle highlights the importance of addressing both conditions.

The Brain, Memory, and Music

Credit: @schluditsch/Unsplash

Music can open portals to memory, in a well-known phenomenon where individuals with dementia can recall songs from decades before, but no longer recognize family members.

How Music Affects Memory

  • Rich, multi-area storage: Music creates complex memories stored across multiple brain regions, making them more resilient.

  • Procedural memory: While Alzheimer’s damages the hippocampus, which governs episodic memory (conscious recall of events), musical rhythm and skills are preserved through procedural memory, or “muscle memory.”

  • Consolidated memories: Past experiences tied to music are often well-consolidated, allowing individuals with dementia to remember songs from earlier in life.

Music’s Broader Benefits

The Global Council on Brain Health’s 2024 report, “Music on Our Minds,” finds that listening to and making music hold significant potential to support brain health, AARP reports. “Research suggests that music can enhance a sense of well-being, reduce stress, facilitate interpersonal connections, modulate the cardiovascular system, improve balance and boost the immune system.”

Research Insights

  • Music vs. nature sounds: Music organizes brain activity more effectively than nature sounds in dementia patients.

  • Emerging therapies: Early research on low-frequency light and sound exposure (40 hertz, the pitch of the lowest E on a piano) suggests it might slow Alzheimer’s progression, though findings are preliminary and based on a small study of 15 participants.

Other Correlations, for Comparison

We should be cautious about drawing correlations, particularly on sensitive topics like dementia, but the connection between social factors and health cannot be ignored—for instance, in May 2023, the U.S. Surgeon General declared loneliness an epidemic, equating its health risks to smoking 15 cigarettes a day.

Here is an ongoing roundup of other recent brain health news linking various conditions to dementia:

Updated December 2024.


Brain News and Research


Salud Auditiva y Salud del Cerebro

Nosotros escuchamos no solo con nuestros oídos, sino también -y de manera importante- con nuestro cerebro. Las diminutas células sensoriales de nuestro oído interno captan las ondas sonoras y las traducen en señales eléctricas. Estas se transmiten a través del nervio auditivo para ser interpretadas por el cerebro. Así que no solo oímos con nuestros oídos, también lo hacemos con nuestro cerebro.

La Pérdida Auditiva y el Riesgo de Demencia

En el 2017, la Comisión Lancet para la Prevención de la Demencia identificó la pérdida de audición como uno de los principales factores de riesgo modificables para la demencia. Otros factores modificables incluyen la presión arterial alta, la educación y los ingresos más bajos, y el aislamiento social. Las actualizaciones posteriores agregaron otros factores de riesgo modificables: consumo excesivo de alcohol, lesión cerebral traumática, contaminación del aire (de su informe del 2020), pérdida de visión no tratada, y colesterol LDL alto (de su informe del 2024).

El Estudio ACHIEVE y los Audífonos Medicados

El estudio ACHIEVE (Aging and Cognitive Health Evaluation in Elders -Evaluación del Envejecimiento y la Salud Cognitiva en Personas Mayores) publicó un informe de The Lancet en el 2023 en el que se afirmaba que los audífonos medicados pueden reducir el deterioro cognitivo entre las personas que ya tienen un mayor riesgo de demencia. Los análisis posteriores aclararon los hallazgos: los beneficios fueron modestos y es posible que los datos a nivel poblacional no se traduzcan directamente en los resultados individuales.

Un análisis secundario de los datos de ACHIEVE publicado en Geriatrics en noviembre del 2024 no mostró un vínculo significativo entre las intervenciones auditivas y la calidad de vida física o mental general durante tres años. Se observaron pequeñas mejoras en el funcionamiento social y la fatiga, pero el estudio requirió estrategias de intervención adicionales para mejorar los resultados entre los adultos mayores con pérdida auditiva.

Pérdida de Audición y Trastornos Neurológicos

Un estudio de JAMA Neurology de octubre del 2024 descubrió que la pérdida de audición es "un factor de riesgo independiente para el desarrollo posterior" de la enfermedad de Parkinson, una afección cerebral progresiva que causa problemas de movimiento, problemas de salud mental y otros problemas de salud. El estudio encontró que el uso de audífonos medicados redujo el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Correlación, No Causalidad

La conexión entre la pérdida auditiva no tratada y los problemas cognitivos sigue bajo investigación. Un informe de Neuron del 2020 describe tres teorías clave:

1) Aislamiento social: Cuando no podemos oír completamente, es más difícil participar en situaciones sociales. Es posible que comencemos a evitar eventos sociales o situaciones que sabemos que serán ruidosas. Por esta razón, la pérdida auditiva no tratada puede provocar sentimientos de depresión y aislamiento. Investigaciones anteriores han mostrado un mayor riesgo de demencia vinculado al aislamiento social, según una investigación de la organización Johns Hopkins Medicine.

2) Carga cognitiva: Esforzarse para oír agota los recursos cognitivos, deteriorando la memoria y el aprendizaje, incluso con una pérdida auditiva leve (incapaz de oír susurros).

3) Cambios estructurales en el cerebro: La pérdida de audición se ha asociado con una disminución del volumen cerebral, particularmente en regiones relacionadas con la audición. La relación entre la pérdida de audición y la atrofia cerebral sigue siendo investigada.

Relaciones Bidireccionales

La relación entre la pérdida auditiva y la demencia puede ser bidireccional. Un artículo del 2023 de Hearing Journal propuso que los problemas auditivos no tratados aumentan el riesgo de demencia, mientras que el deterioro cognitivo puede dificultar el uso eficaz de audífonos medicados. Este círculo vicioso pone de relieve la importancia de abordar ambas condiciones.

El Cerebro, La Memoria, y La Música

La música puede abrir portales a la memoria, en un fenómeno bien conocido en el que las personas con demencia pueden recordar canciones de décadas pasadas, pero sin embargo, ya no reconocen a sus familiares.

Cómo afecta la música a la memoria

  • Almacenamiento enriquecido en múltiples áreas: La música crea recuerdos complejos almacenados en múltiples regiones del cerebro, lo que los hace más resistentes.

  • Memoria procedimental: Mientras que la enfermedad de Alzheimer daña el hipocampo, que gobierna la memoria episódica (recuerdo consciente de eventos), el ritmo musical y las habilidades se conservan a través de la memoria procedimental o "memoria muscular".

  • Recuerdos consolidados: Las experiencias pasadas relacionadas con la música suelen estar bien consolidadas, lo que permite a las personas con demencia recordar canciones de épocas anteriores en la vida.

Beneficios Más Amplios de la Música

El informe del 2024 del Global Council on Brain Health, "Music on Our Minds" (Música en Nuestra Mente), revela que escuchar y hacer música tiene un potencial significativo para apoyar la salud del cerebro, informa la AARP. "Las investigaciones sugieren que la música puede mejorar la sensación de bienestar, reducir el estrés, facilitar las conexiones interpersonales, modular el sistema cardiovascular, mejorar el equilibrio y estimular el sistema inmunológico".

Perspectivas de la Investigación

  • Música vs. sonidos de la naturaleza: La música organiza la actividad cerebral de manera más efectiva que los sonidos de la naturaleza en pacientes con demencia.

  • Terapias emergentes: La investigación preliminar sobre la exposición a la luz y el sonido de baja frecuencia (40 hercios, el tono del Mi más grave en un piano) sugiere que podría retrasar la progresión del Alzheimer, sin embargo, los hallazgos son preliminares y se basan en un pequeño estudio de 15 participantes.

Otras Correlaciones, a Modo de Comparación

Debemos ser cautelosos con las correlaciones, especialmente cuando se trata de un tema candente como la demencia. En mayo del 2023, el cirujano general de los Estados Unidos declaró que la soledad era una epidemia tan peligrosa para la salud como fumar 15 cigarrillos al día.

Aquí hay un resumen continuo de otras noticias recientes sobre la salud del cerebro, que vinculan varias afecciones con la demencia:

Actualizado en diciembre de 2024. Traducción al español realizada por Julio Flores-Alberca, febrero 2024. Sepa más aquí.